Suplicaste que no más pozos, que un milagro y vino el rayo: Ya te encuentras frente al tallo de jugos óminos, sabrosos, blancos de tan verde que da sed. Detrás del tallo, una pared. A tu espalda, el mundo viejo. Pasando el muro bermejo sabrás de luz y del palacio, de los templos ultravioletas y de verdades sin más grietas. El tallo dice: "Yo te sacio". - ¿No más camino, no más sed? Deja a la ilusión de lado. Serás libre y serás sagrado cuando atravieses la pared.
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