domingo, 26 de abril de 2009
El instante previo a la Resurrección
iaIr menachem, 1987
Una melodía pena en el fondo
del surco, en que yace inanimado
el deseo que dejara olvidado:
Por rutina implacable que no quiso
y angustia del pecado llano y liso,
aquél, aún no ha sido liberado.
La melodía, viva y sin vitrola
que la ice, ni radio que acompañe
el amor y dolor de ser tan sola:
Sin ni piso en que apoyar supuestos pies,
no hay qué ni quién que a su pesar empañe
la felicidad cantada que no es.
Atorado por cuanto debía ser
él se va, y se fue, entre la bruma.
La dejó en el surco, -y era suya,
Como tu melodía hermano es tuya-:
Melodía que llora mar y espuma
de aquel pobre hombre que olvidó crecer.
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